La contratación de un seguro de hogar es una obligación legal, tanto si el estudiante ha optado por alquiler como por alojamiento compartido. De hecho, todos los inquilinos están obligados a asegurar su alojamiento, independientemente del arrendador. Por tanto, esta norma se aplica a una habitación CROUS, a una residencia con compañeros de habitación o a un estudio privado. Sin embargo, los estudiantes ahora cuentan con ofertas especialmente diseñadas para sus perfiles.
Table des matières
ToggleEvalúe sus necesidades de seguro de hogar
Un estudiante debe suscribirse a un Seguro de hogar, tan pronto como alquile su alojamiento. De hecho, los inquilinos están obligados a asegurar la propiedad que ocupan. Dicho esto, el abonado puede personalizar su nivel de protección según sus necesidades y su situación. También se beneficia de una gran libertad en esta materia suscribiéndose a un seguro de hogar para estudiantes con VIERNES.
Sin embargo, antes de conseguir alojamiento, es importante evaluar sus necesidades en este ámbito. Esta medida te permite pagar únicamente por garantías adaptadas a tu perfil (instalaciones, hábitos, dispositivos utilizados, etc.). De este modo, el estudiante estará protegido, limitando al mismo tiempo sus gastos de seguro. Además, el mínimo legal sólo consiste en cubrir posibles desperfectos ocasionados en el alojamiento durante el periodo de alquiler.
En detalle, el seguro básico sólo se refiere a los daños sufridos por la propiedad en caso de incendio, explosión o daños por agua. Se excluyen, sin embargo, los daños causados al barrio. Asimismo, no cubre los bienes muebles del ocupante. El estudiante deberá entonces contratar garantías adicionales para protegerse de riesgos para él mismo, su propiedad, sus vecinos, sus invitados, etc.
Compara ofertas de seguros de hogar
En el mercado de seguros, la comparación es la mejor solución para encontrar paquetes adaptados a sus necesidades y medios. Este enfoque es aún más importante para un estudiante. De hecho, esta población es conocida por sus limitaciones financieras. Por lo tanto, los estudiantes deben tomar medidas para evitar gastos innecesarios y obtener un mayor control sobre su presupuesto.
Afortunadamente, las aseguradoras ofrecen hoy en día una amplia gama de ofertas para estudiantes. Por tanto, es posible encontrar contratos asequibles que proporcionen una protección satisfactoria para un residencia de estudiantes privada, alojamiento compartido, alojamiento CROUS… Sin embargo, el abonado no debe apresurarse. Es mejor tomarse el tiempo para analizar y comparar los seguros ofrecidos.
Normalmente, los estudiantes tienden a centrarse en el precio debido a preocupaciones presupuestarias. Este enfoque le permite efectivamente descubrir los contratos más baratos del mercado. Sin embargo, no ofrece necesariamente una protección adaptada a los riesgos relacionados con la vivienda, el equipamiento y el estilo de vida. El estudiante también debe prestar atención a las pérdidas cubiertas por las garantías básicas y las protecciones opcionales durante su comparación.
Elige una oferta adaptada a la vida estudiantil
La elección de las garantías suele resultar problemática a la hora de contratar un seguro. De hecho, los asegurados rara vez son conscientes de los riesgos a los que están expuestos a diario. Por lo tanto, muchos suscriptores tienden a contratar una protección insuficiente. Por el contrario, algunos asegurados contratan garantías para pérdidas improbables. Sin embargo, es posible encontrar un punto medio favoreciendo ofertas dedicadas a su perfil y analizando sus particularidades.
Los contratos destinados a los estudiantes permiten concretargarantizar el alojamiento CROUS, un alojamiento compartido o incluso un apartamento privado. En todos los casos, las aseguradoras buscan ofrecer una cobertura adaptada a la vida estudiantil. Así, este tipo de contrato incluye generalmente protecciones esenciales para los estudiantes como garantías:
- Incendio, explosión y daños por agua;
- Responsabilidad civil ;
- Eventos climáticos;
- Desastres naturales o tecnológicos;
- Ataques y actos terroristas;
- Asistencia jurídica y defensa penal en caso de accidente…
Sin embargo, la cobertura de responsabilidad civil no siempre está incluida en los contratos básicos de las aseguradoras. Por tanto, el estudiante deberá comprobar su presencia en las fórmulas previstas para evitar sorpresas desagradables a la hora de compensar pérdidas. Lo mismo se aplica a los servicios de asistencia (jurídica, técnica, sanitaria, etc.). Más allá de las garantías básicas, es fundamental anticiparse a los riesgos específicos de su situación y contratar las opciones correspondientes.
Según el caso, el estudiante puede, por ejemplo, contratar protección opcional contra rotura de cristales, robo y vandalismo o incluso daños eléctricos. Todo dependerá en definitiva del inmueble alquilado, del barrio, del equipamiento instalado, etc. Por su parte, las aseguradoras suelen animar a los estudiantes a elegir contratos que cubran equipos informáticos. De hecho, estas herramientas son esenciales para la educación superior. Como resultado, requieren una protección adecuada contra pérdidas.